miércoles, 24 de abril de 2024

LINAJES (Libro 2)

 


                                                                                          CAPITULO 1

A veces las cosas no salen como queremos y cuando eso sucede queremos regresar el pasado para poder cambiar, aunque sea sólo una parte y así nuestro presente sea diferente.

 

Al ver el aeropuerto me di cuenta de qué esto era real que me había mudado y había dejado todo atrás, aunque no es la gran cosa en realidad porque en la ciudad tampoco tenía amigos.

 

—Quita esa cara; ya verás que te gustará este lugar, tiene muchos bosques, específico y sobre todo tendremos una vida cómoda, lo de ricos, pero así cómoda no nos faltará nada como en la ciudad y más, si me dieron un excelente puesto en el nuevo hospital de Hollow City.

 

Claro que mi hermana estaba emocionada por su vida dio un giro de 90° y para bien en cambio yo no le tomo importancia porque seguir haciendo la misma, será ignorada por todos los demás compañeros, no tendré amigos y llegaré a casa donde me encerraré y haré mis tareas hasta que llegue mi hermana de trabajar.

 

Como era recién graduada de la universidad, en su trabajo anterior se aprovechaban de ella y le hacían trabajar horas extras que no le pagaban, pero por suerte uno de sus pacientes la recomendó y por eso que ahora nos estábamos mudando de la ciudad a una casa remota.

“dios, incluso está fuera del pueblo. No pudo al menos encontrar una casa en el pueblo, sino que tenía que ser lejos de él”

El viaje había sido largo y tedioso, abandonar a mi única amiga en Londres me hizo detestar mas este sitio.

Espera a mi hermana afuera de la terminal se había tomado mucho tiempo así que me puse mis audífonos y me sumerjo en la música, es la única forma de tranquilizarme cuando estoy nerviosa o angustiada.

Observo los autos pasar de un lado a otro sin pensar en nada hasta que alguien me empuja haciéndome caer sobre mis rodillas.

—Lo siento —escucho a alguien decirme —¿Estás bien?

—Si. Lo estoy. —me sacudo la ropa al ponerme de pie —Deberías tener más cuidado…

“Un dios”

Me quedé petrificada sin creer lo que estaba frente a mi, un chico sumamente bello, era perfecto a tal grado que detuvo mi corazón y mi respiración por completo, sus ojos verdes eran como un par de esmeraldas, la palidez de su piel hacía que su mirada amable se sintiera fría al mismo tiempo.

—Lamento mucho no fijarme —se despide —¡Lo siento!

Quedé deslumbrada por su belleza tan perfecta que ni siquiera reaccióné cuando estuvo cerca o cuando se disculpó conmigo. Era tan perfecto que no pude reaccionar.

—¡Sandy!

Despierto de mi sueño al escuchar el grito de mi hermana; Ella muy emocionada negrita que me apresure a subir en nuestro nuevo auto.

—¿Aún sigues triste por mudarte?

—No lo estoy— murmuro aburrida al ver que todo era boscoso —¿Cuanta más falta?

En realidad, no me importaba mucho si ya llegaríamos o no, sólo podía pensar en ese chico que miré, no, quiero decir con el chico que me empujo por accidente haciendo reaccionar para que lo viera que me diera cuenta de su belleza anormal.

me la pasé toda la noche acomodando mis cosas en mi nueva habitación; me detengo y observo el jardín trasero que lleva al bosque, me di cuenta de que mi hermana tenía razón en eso, era un paisaje muy hermoso de admirar.

“Pero seguramente es escalofriante en la noche”

—¡La pizza llegó Sandy!

Al ver como caía la noche mientras observó el bosque desde la ventana de mi habitación entendí que tenía razón, el bosque es escalofriante por la noche y la sensación que siento ahora mismo es la misma sensación que siento cuando pienso en el cambio de escuela.

Tal vez a mi hermana le parezca emocionante el cambio, pero para mi solo hace que mi situación antisocial sea peor que antes.

“Lo único positivo de esto es que pasaré desapercibida como antes”

—Debes estar emocionada por conocer nuevos amigos.

—Ah, si —miento —Pero la que se ve mas emocionada eres tú, ¿no?

—Tanto se me nota —sonríe emocionada —Ya veras que te vas a acostumbrar a este hermoso lugar.

—No pudiste encontrar una casa en el pueblo.

—Oye, ¿no te gusta la casa? —murmura con el bocado en la boca —Las casas en el pueblo eran pequeñas y caras. En cambio, es grande y era una ganga que no podía perder, grande y barata, te conozco bien. Por eso elegí esta

“Querrá decir me conozco bien porque a mi me da igual”

Por suerte para mi, el instituto no estaba lejos así que tenia tiempo de sobra para prepararme y desayunar antes de que pasara el autobús escolar.

Escuché que no muchos fueron elegidos para poder asistir a esta escuela y yo gracias a mi hermana, fui uno de los afortunados porque este instituto se considera de elite a pesar de estar en un lugar muy remoto.

Al solo poner un pie en la entrada me di cuenta de que me estaban viendo. Ni siquiera disimulan al hacerlo y pone nerviosa. Pensé que pasaría desapercibida como en Londres pero ahora me doy cuenta de lo equivocada que estaba.

—Tú debes ser una de las nuevas —un chico se encontraba a mi costado izquierdo. —Al menos responde cuando te hablan.

Cierra de golpe mi casillero haciendo que lo viera, era apuesto y parecía bronceado, sus ojos color miel demuestran que yo era su objetivo.

—Si sabes que soy yo para que me lo preguntas.

Mi respuesta no fue de su agrado, pero me asustó cuando escuché un gruñido animal.

“¿Qué fue eso?”

—Cuídate las espaldas. No vaya a ser que te ataque… un lobo salvaje.

Me golpea el hombro al largarse haciendo que me tambalee.

—Oíste que los hijos del Alfa están de regreso.

Escucho que los demás hablan cuando busco mi salón de clases.

—Si, dicen que su hijo es guapísimo y aun no tiene pareja. —volteo de reojo a las chicas que hablan del hijo de no se quien —Si es asi mucho mejor, te imaginas ser parte de su familia y tener a sus hijos.

—Oí que ellos pertenecen a la familia imperial, en especial él.

—Eso dicen… pero solo son rumores.

—Rumores o no, no voy a perder mi oportunidad con él. Ya verás que será todo para mí.

“’¿Familia imperial?”

Ladeo una sonrisa burlona porque parece ser que la gente de aquí miran demasiada películas antiguas.

“O tal vez están locos”

Al encontrar mi salón iba a entrar, pero unas frías manos estaban sobre mi mano derecha al sostener la manija. Miro hacia arriba y nuevamente era él.

—Hola otra vez —su sonrisa era perfecta y dulce —Que coincidencia, estamos en la misma clase.

Ni siquiera pude responderle porque me perdí en su mirada.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario